domingo, 22 de noviembre de 2009

LOS SILOS DE BURJASSOT

Hace un tiempo, leyendo uno de los magníficos 46 ejemplares de los Episodios Nacionales, escrito por Benito Pérez Galdós, descubrí una alusión a la localidad que, se podría decir, ya es mi segunda casa: Burjassot. El libro era "La Campaña del Maestrazgo", y en este fragmento se relataba cómo las tropas del General Cabrera, carlistas, se preparaban para iniciar el asalto a Valencia.
Así, estas letras despertaron en mí la curiosidad por descubrir algo que había oído hablar de lejos, citar en alguna ocasión, pero que el tiempo quita de tu memoria: los silos de Burjassot y la adyacente ermita de San Roque.
Me imagino que os preguntaréis, queridos lectores, qué es un silo. Pues bien, estos lugares son construccciones que se hacían antiguamente para almacenar el grano. La particularidad de los de Burjassot es que son subterráneos. Los silos (en valenciano, sitges), fueron construidos en 1573, y desde entonces han acompañado a Burjassot en su historia, como refleja Benito Pérez Galdós en el fragmento anteriormente nombrado:
"Por de pronto, allá iban todos, prisioneros y vencedores, hacia Valencia, y ya que para embestir a esta grande y fuerte ciudad no tenía Cabrera poder bastante, se plantó en Burjasot, lugar cercano, para verla al menos y que ella le viese. Aunque de escaso relieve, la eminencia en que está fundado aquel pueblo es como atalaya que domina la huerta feracísima, y a lo lejos el apretado caserío de la ciudad, guarnecida del verdor perenne de los naranjos, y destacando sus torres y chapiteles sobre una espléndida faja de mar azul [...].
Habían dispuesto celebrar la comilona en aquella parte culminante del pueblo, formada de terreno calizo, bajo el cual se extienden los famosos silos o graneros subterráneos para depósito de cosechas. La iglesia de San Roque, objeto de gran devoción, situada también en la eminencia y no lejos del pueblo, encara su frontis hacia Valencia y el mar, como recreándose en tan bello panorama."
Pues bien, esta tarde de domingo he decidido saciar mi curiosidad y visitar los silos, llevándome una gran sorpresa al descubrir rincones de un gran valor a no más de doscientos metros de mi segunda casa. Por cierto, el lector atento habrá destacado la palabra atalaya en la cita anterior... mi intuición me dice que no vivo demasiado lejos de ella... pero esa historia será contada otro día.

sábado, 17 de octubre de 2009

GEOCACHING

Conocí esta curiosa afición en allá por julio de 2007. El Ayuntamiento de Cuenca nos invitaba a realizar una sesión de prácticas basada en esta disciplina, y realmente me fascinó. Por supuesto, inmediatamente después de concluir ese magnífico viaje, accedí a su web y me registré en www. geocaching.com .
Esta nueva forma de buscar aventuras y conocer nuevos lugares y personas consiste en dejar un tesoro junto a un cuaderno escondidos en algún punto seguro (a salvo de posibles desapariciones, aunque a veces pueden ocurrir), subir las coordenadas geográficas del lugar, con alguna pista para los más descuidados, y esperar que los aficionados a esta práctica lleguen para recoger dicho regalo (el cache), firmar en el cuaderno de visitas, y dejar algo de más valor para el próximo geocacher. Así, se convierte en una experiencia que aúna aventura, conocimiento, intercambio cultural y, en algunos casos, ingenio dada la posible dificultad de encontrar el cache.
Pasó y pasó el tiempo, hasta que hace poco, con el dinero ganado gracias a un arduo trabajo en el que tuve que emplear grandes dosis de paciencia (una larga historia...), pude conseguir el tan anhelado GPS (de senderista/ciclista, no de carretera) y lanzarme a este nuevo mundo. Mi primer objetivo: el cache que se encuentra en el albaceteño parque de La Pulgosa. Costó un poquito (cosas del principiante), pero fue emocionante descubrir el tesoro: habían firmado en el libro de visitas decenas de personas (incluyendo algunos ingleses). Además, el recipiente contenía un texto para aquellos que lo encontraran por casualidad, siempre con el objetivo de enganchar a nuevos geocachers. Me ilusionó mucho y, de repente: ¡vaya, si se me ha olvidado traer algo para dejar! Decidí no tomar el regalo que había dejado el anterior cazatesoros, ya que sería muy ingrato hacerlo sin dejar nada.
Y, cómo no, continuando con la aventura, hace una semana establecí un nuevo cache en mi querido pueblo, Golosalvo. Allí, junto a un refugio rodeado de almendros, esos almendros que tantas veces me han acompañado en el recuerdo de mi tierra, dejé un nuevo cache para que gentes de todo el mundo puedan descubrirlo. Así que, queridos lectores, ahí van las coordenadas para que os podáis iniciar en esta divertida actividad, con un error de 4 metros (ya sabréis lo que nos gusta a los pseudo físicos especificar errores), junto a una foto del premio:
N39º14.011'
W001º38.464'
Pista para los más despistados (solo para despistados, se puede ver seleccionando el párrafo siguiente):
Busca entre las piedras del tejado.

martes, 15 de septiembre de 2009

ALBACETE VIVO


Tradición, espíritu, diálogo, alegría: todas ellas son algunas de las palabras que podrían definir la Feria, mejor dicho, nuestra Feria. Albacete, durante algo más de diez días, se convierte en un punto de encuentro, un lugar de fiesta, porque de nuevo volvemos a compartir lo mejor de cada uno. Ilusión por todas partes, pero quizás mayor en los más pequeños de la casa, siempre ávidos de conocer cosas nuevas, expectantes ante lo desconocido de toda la vida. Y es que la Feria conserva muchas cosas año tras año, quizá elementos que crean esa magia, pero también nos tiene reservada una sorpresa: el 18 de septiembre de cada año empieza la feliz labor de imaginar, crear, descubrir, todo ello para que la feria que en 364 días volverá a sorprender a los albaceteños sea la fiesta de todos y cada uno.
Quizá este 18 sea mucho más importante, ya que en ese día, juntándose con la tristeza de acabar la Feria 2009, comenzará la cuenta atrás del III Centenario de nuestra gran celebración. Fue hace 299 años cuando Felipe V, en agradecimiento a la villa por haberle prestado diez caballos en la Guerra de Sucesión, otorgó el privilegio a todos los albaceteños de contar con una Feria. Es una fecha, y como todo gran centenario, ha de ser conmemorado por todos aquellos que son fieles a su cita a caballo entre el verano y el otoño; pero ahí no ha de quedar el progreso: nos preparamos para una gran efeméride, pero la evolución de nuestro evento declarado de Interés Turístico Internacional no debe frenarse el 18 de septiembre de 2009. Ésa es la clave: deberemos recoger la cosecha del III Centenario, analizar nuestra Feria a lo largo de esos tres siglos, siempre pensando en el bien de todos los neoyorquinos de La Mancha.
Feria de todos y para todos. Porque en Albacete no existen las fronteras, todos somos uno y nos juntamos para homenajear a nuestra patrona, la Virgen de los Llanos. Tradición que nunca se perderá, porque de lo bueno nadie se desprende. Somos albaceteños, somos de la Feria. Mayores, niños, gentes de todo el mundo, con cualquier profesión, afición: a todos llama ese recinto ferial, con sus comidas, su capilla, sus navajas, su artesanía, su fiesta, sus atracciones de color... Qué deciros, lectores: si ya habéis pertenecido a este mestizaje cultural, lo sabréis, quizá mucho mejor que el que escribe; y, por lo contrario, si aun no conocéis este evento, dejad de leer sobre él y, sin dudarlo, venid a él, que la ciudad de Albacete os acogerá con los brazos abiertos.

martes, 28 de julio de 2009

EL GALICIA

Imponente, cual el Cid Ruy Díaz en cada batalla, un héroe del mar, fuerte, sabio: ése es el Galicia, barco anfibio de la Armada. Imponente, por su tamaño; fuerte, por su potencia, capaz de soportar las más duras tempestades; sabio, pues dotado está de actuales tecnologías de navegación; y, lo más importante, un héroe, por aquello de haber ayudado a gran cantidad de personas: allí estaba, junto a su tripulación, dispuesto a ofrecer lo mejor de sí mismo, cuando gente de todo el mundo precisaba de ayuda.
En esta ocasión no se trataba de ayuda humanitaria, sino más bien de formar parte de un programa que ha unificado la comunidad iberoamericana para recuperar aquellos lazos que nos unieron durante más de trecientos años: Ruta Quetzal vivió unas apasionantes jornadas a bordo del Galicia. Primeramente, desde estas líneas, el más sincero agradecimiento a toda la tripulación, pues de verdad fueron totalmente hospitalarios, compartiendo con nosotros lo que en muchas ocasiones ha sido su hogar, haciendo que fueran unos días inolvidables. Valencia, con el paseo en bicicleta por sus más importantes lugares; Cartagena, donde fue homenajeado Juan Fernández; Málaga, lugar en el que recordamos a una persona que fue modelo de persistencia, Bernardo de Gálvez; y, cómo no, Cádiz, ciudad conocida por dos acontecimientos: sus carnavales, únicos, y la célebre Constitución de 1812, "la pepa", muestra del nacimiento de un estado liberal como el que hoy en día tenemos. Todos estos lugares fueron puertos del barco que por siempre recordaremos.
Más allá de los puertos, allí estaba el mar, incombustible compañero de travesía, enorme, compañero, amigo, fuente de vida y de relajación. Ese espíritu que ha estado presente en canciones, leyendas, refranes, como lo prefiera el lector pero, en definitiva, fuente de inspiración, acompañante del escritor, músico o pintor.
De personajes históricos, podemos afirmar que nos acercamos a las figuras de Jaume I "El Conquistador", creador del Reino de Valencia, Bernardo de Gálvez, ayudante en la independencia de EE.UU., conocido por su lema "yo solo", y muchos otros más, siempre acompañados por la lectura de uno de los mejores poemas épicos de la lengua que nos une, "La Araucana", de D. Alonso de Ercilla Zúñiga, el cual cuenta la conquista cristiana de Chile, poniendo mejor a los mapuches, indígenas de la tierra, que a los españoles. Para concluir, me gustaría referir un homenaje a la tierra que espera en diciembre a esta Ruta Quetzal 2009, incluido en el referido poema épico:
"Chile, fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa,
de remotas naciones respetada,
por fuerte, principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a estranjero dominio sometida."
La Araucana, Alonso de Ercilla

miércoles, 13 de mayo de 2009

LA NOCHE DE LAS PASIONES FUTBOLÍSTICAS


Sí, señores, por fin ha llegado: esta noche tendrá lugar en la capital del Turia la final de la Copa de S.M. El Rey.
Y no puedes decir que no: si eres futbolero, estarás a favor de alguno de los dos conjuntos, sean blanquirrojos o blaugranas. Llega la gran fiesta del fútbol español: unos apoyarán a un estilo de fútbol que se ha consolidado a lo largo de la temporada demostrando que el buen juego es lo que tiene que predominar en el terreno de juego; por otro lado, la lucha, la ilusión, el tremendo esfuerzo que se realiza año tras año por parte del Athletic para formar un equipo con gente de su tierra, para gente de su tierra. Los dos máximos vencedores de esta competición, cara a cara, en un escenario que no se queda nada corto para estos dos equipos: Mestalla.
La ciudad vive el ambiente, se celebra una convivencia totalmente tolerante entre ambas aficiones, siempre dando ejemplo de lo que es la tolerancia y de lo bonito que puede llegar a ser el pertenecer a una afición respetuosa con el rival, coherente y siempre fiel a su equipo.
Y es que esta noche juegan dos, pero estarán presentes todos. La copa es así: juegan desde Tercera División hasta los más destacados de la Liga BBVA, con toda la dimensión de importancia que esta competición supone para los equipos más humildes del panorama futbolístico español cuando llegan a una eliminatoria importante. Es la competición que une a todos los equipos, que cohesiona el balompié nacional y que llena muchos miércoles de la temporada de grandes noches deportivas. De todos es conocido que algunos conjuntos de los más destacados han desestimado este torneo en alguna ocasión, hecho que lo considero del más mínimo gusto deportivo, ya que en el torneo del K.O. se pueden observar los nuevos talentos con posibilidades de destacar que juegan en caqtegorías inferiores, además del entusiasmo con el que los más pequeños equipos afrontan los partidos más complicados.
Desconozco quien se llevará este título a sus vitrinas, pero sí sé quién ganará: el fútbol.

viernes, 8 de mayo de 2009

TERCER DÍA: ALGO PURAMENTE NUESTRO

2 de mayo de 2009
Dicen que las fechas son algo meramente orientativo, que no pasaría nada si las desviamos ligeramente, si confundimos una con otra, o si simplemente hubiésemos elegido otra configuración del calendario. ¿Os imagináis, queridos lectores, un año de siete días? Una vez a la semana sería nuestro cumpleaños, aunque al final de nuestra vida los contaríamos por miles, o quizá incluso algún intruso número nos jugaría malas pasadas aumentado nuestra ya enorme edad.
Pues sí, el 2 de mayo, el día que todos estábamos esperando, llegó por fin. Impacientes, expectantes en la plaza del ayuntamiento de Cartaya, atentos estábamos esperando la llegada de nuestro día. Pero una cosa debía hacer antes de comenzar las celebraciones de nuestro día, el día del grupo 2 de mayo, y ese asunto pendiente era felicitar a mi gran amiga Aida: acaba de empezar su cumpleaños.
Juntos de nuevo, Rodrigo, María y yo, miembros fundadores del grupo, por un momento nos acordamos de la que por siempre será miembro honorífica del conjunto, Almudena, que no pudo acompañarnos en nuestro día. Dentro del secretismo se encuentran parte de nuestros actos de conmemoración de esta fecha tan especial para tres personitas, y por ello el curioso lector, que seguro se encontrará ávido por conocer esos detalles que solo sabemos nosotros tres, solo sabrá que fue sinceramente increíble, irrepetible, vida pura, algo meramente espiritual.
Volviendo al tema que nos ocupa, que no es otro que el de compartir estos días de encuentro, decir que vivir la historia fue poco en comparación con lo experimentado este día. En La Rábida, subido en las reproducciones de las carabelas que llevaron a Cristóbal Colón hacia el nuevo mundo, me sentí integralmente vivo. Mirar hacia el horizonte, observar lo que vio el Almirante, pensar cómo imaginaría los nuevos mundos por conocer al otro lado del océano, notar cómo golpeaba mi piel ese viento que siglos antes despeinaría en más de una ocasión al descubridor... todo ello fue algo mágico.
Pero ahí no acaba todo. El parque botánico José Celesitino Mutis (botánico, astrónomo, geólogo, un personaje realemente importante en la historia hispanoamericana) nos recordó a muchos esa flora americana que tanto anhelamos, y nos perdió por sus rincones llenándonos de curiosidad, observando plantas, cada cual más interesante, y viendo cada una de las plazas que tiene dedicadas a los diversos países de América.
Cambiamos de tercio. No vi el R. Madrid-Barcelona, siendo un auténtico barcelonista. Y no me arrepiento de ello. En esa tarde conocí el monasterio de La Rábida, donde el Almirante vivió un tiempo antes de partir hacia América, caminamos hasta Palos de la Frontera, lugar de partida de Colón, cuyo patrón es S. Jorge, al cual fotografiaron junto a mí en una instantánea que siempre me recordará dos lugares: Golosalvo y Palos. Y, finalmente, cuando había posibilidad de acercarme hacia un televisor para disfrutar con los goles de mi equipo, tomé la sabia decisión de disfrutar con grandes amigos de un atardecer en la playa de El Rompido, bajo la luz de un faro.
De la noche, poco queda que contar, porque solo nosotros tres sabemos lo que ocurrió en nuestro día.
Con estas líneas cierro el diario de un encuentro, de un viaje, que todos vosotros habéis hecho posible para mí.
AMIGOS, MUCHAS GRACIAS

jueves, 7 de mayo de 2009

DÍA II: LA RUTA DE LA NATURALEZA

1 de mayo de 2009
Por unos días, muchos puntos convergen. Sí, son esos puntos que se habían ido separando en el mapa, también en el tiempo, que ahora vuelven a estar juntos. ¡Qué queréis que os diga! Un placer volver a caminar con vosotros. Ahora volvemos a estar completamente realizados, porque nos encontramos junto a nuestros más íntimos amigos con los que compartimos Ruta Quetzal.
El día comienza, con un sol que promete no dejarnos tranquilos en este encuentro, que se convertirá en un magnífico recuerdo de las tierras onubenses.
Como siempre: mochila, plato, cubiertos, gorra, agua, en definitiva, todos los avatares que pueda imaginar un rutero. Es un encuentro, pero como si fuera cualquier día normal en la ruta.
Primer destino: las Marismas del Odiel, Paraje Natural declarado reserva de la Biosfera por la UNESCO. Nos acompaña el que se acabará convirtiendo al final del encuentro en un auténtico mito, Paco, por su simpatía, su hospitalidad y su paciencia al escuchar en decenas de ocasiones la por todos conocida canción que dice "Paco, Paco, Paco..." Y, la verdad, querido lector, si visitas Huelva no puedes pasar de largo cuando te acerques a este paraje, puesto que constituye un paisaje realmente bello e importante para la biodiversidad. Refugio de miles de aves, también nos muestra una interesante flora (como el ládano, de donde tradicionalmente se extrae un singular pegamento) y otros tipos de fauna, como las artemias salinas, pequeños animales acuáticos (zooplancton) de un color rojizo, con una antigüedad considerable y que tienen una gran particularidad: además de ser hermafroditas, también pueden alcanzar el estado de asexualidad, es decir, ellos mismos poner sus huevos y fecundarlos, surgiendo así individuos genéticamente iguales.
Tras una parada técnica, necesaria para reponer fuerzas comiendo después de la calurosa caminata realizada por la mañana, nos dirigimos hacia la Playa de la Bota, un lugar realmente bonito que nos impresionó, por el que también nuestros pies andaron varios kilómetros, en mi caso, agradablemente acompañado por Ángel, Marina, Luna, María, Juan y Rodrigo, como se puede observar en la fotografía. El océano, al que Cristóbal Colón se lanzó ávido de conocer nuevos lugares, gentes, animales y flora, nos esperaba con los brazos abiertos, si bien también con una temperatura no apta para los más frioleros. Sinceramente, una tarde muy especial pasada en la playa junto a todos vosotros. Bañarse en el Atlántico, fuera la que fuera su temperatura, era algo que seguro íbamos a hacer y, por supuesto, cumplimos esta implicación que ser rutero tiene. Yo, por mi parte, disfruté de este sensacional baño junto a todos vosotros.
Para terminar el día, después de la cena, una vez ya de vuelta a Cartaya, nos dispersamos, llevando mi grupo una particular trayectoria.
En primer lugar, observamos una rotonda con una escultura en el centro. Hasta ahí, nada raro, pero también nos percatamos de que tiene una placa, por lo que pienso: "si tiene una placa, es para que se lea, por lo que voy a subirme a la rotonda". Dicho y hecho, pudimos leer la inscripción dedicada a San Isidro Labrador y tomar una fotografía de esta curiosa ocurrencia que tuvimos.
Seugidamente, algo de exploración, que incluyó la visita al exterior del castillo de los Zúñiga y la Plaza Mayor, que recomiendo a todo el que visitie este municipio onubense por la gran cantidad de plantas abarrotadas de flores que tiene. Además, conocimos dos típicos platos de la gastronomía onubense: las habas con choco (al final conseguimos averiguar que el choco es sepia) y las habas "zapatás".
Un día realmente entrañable, en el que conocimos muchas cosas, pero sobre todo revivimos lo que es ser realmente rutero.

miércoles, 6 de mayo de 2009

DÍA I: HISTORIA DE UN VIAJE

30 de abril de 2009
Mi pulso se acelera. Desvío ligeramente la vista hacia esa mochila verde que me ha acompañado en tantos buenos momentos. Pero aun no: estoy en clase, y debo atender; ya llegará el momento de pensar en el encuentro. Sin embargo, entre una integral y otra, mi mente se llena de lugares que conoceré, personas con las que me volveré a encontrar. En definitiva, volveremos a compartir camino.
Y ahora sí, empieza para mí el encuentro. Con cierta velocidad me dirijo hacia el exterior, y más aun cuando veo que el tranvía se aproxima hacia mi parada. No puedo perderlo, porque esto supondría un gran retraso. Me acuerdo de todas las personas a las que volveré a ver, y eso me da un extra de velocidad que me facilita llegar a tiempo. La aventura ha vuelto a mi vida.
Pero ahí no acaban las prisas. Otra carrera se prepara. Llegando a la estación donde debo hacer transbordo, el otro tren se sitúa en paralelo al mío. De nuevo, en cuanto las puertas del tranvía de Valencia nos lo permiten, me dirijo rápidamente hacia el metro que, satisfactoriamente, pero no sin sudor sobre mi tez, puedo tomar.
Por fin, la Estación del Norte. El tiempo me ha favorecido e incluso cuento con algunos minutos para reflexionar sobre lo que estoy a punto de empezar a vivir. De repente, suena en la lejanía una voz familiar, la de una gran amiga: María acaba de llegar, también entusiasmada con este encuentro, mostrando una gran cara de felicidad porque de nuevo estamos viviendo una aventura en común.
De este viaje en tren a Madrid, solo destacar la impotencia de pasar por mi tierra, Albacete, sin ni siquiera poder poner mis pies sobre ella, pero esto es así: la ruta me llama.
Una oleada de calor invade el vagón en el momento en que sus puertas se abren. Nos encontramos en la capital del reino. Y, reflexionando, me percato de que en un mismo día estoy circulando en dos metros muy distintos: el de Valencia, de 21 años de antigüedad, y el de Madrid, el cual se encuentra en estos momentos celebrando su 90 aniversario. Además, una sutileza que suele confundir parcialmente a valencianos y madrileños cuando utilizan el metro de la capital o de la ciudad del Turia, respectivamente: el primero circula por la izquierda, mientras el segundo lo hace por la derecha.
Una vez en la estación de autobuses, nos encontramos con varios ruteros que también se dirigen al esperado encuentro. Si hay algún denominador común entre nosotros es la ilusión por volver a sentirnos como si estuviéramos en ruta, acompañados por nuestros amigos.
El viaje, cuanto menos, largo; pero esto no implica que fuera pesado, puesto que entre contarnos cómo nos ha ido últimamente y algún que otro juego de cartas se suavizó la dureza de tanto tiempo en el autobús.
Finalmente, primer destino alcanzado: Cartaya, municipio de la provincia de Huelva. Allí, se multiplican los amigos compañeros de camino: Rodrigo, Saray, Álvaro... y muchos otros a los que conoceré en posteriores días.

jueves, 23 de abril de 2009

EL DÍA DE LA VIDA

Hoy no es el día del libro.
Mis queridas lectoras y amigos lectores pensarán que me he confundido al echar un vistazo en el calendario, esa arma de tortura que nos obliga a vivir encarcelados, sometidos al tiempo, dependientes de algo tan relativo, más que del momento. Nadie hasta ahora se ha atrevido a definir cuanto dura el momento, y de ahí su magia. Y es que hoy se conmemoran muchos aniversarios, además del día de mi patrón, por lo que hay que hacer un homenaje no al libro, sino a la vitalidad que ha traído a nuestras vidas. Hemos conseguido sentir lo que experimentaba Hernando Colón cuando su padre, el Almirante, luchaba contra las tormentas, vivir en mil y un países, incluso dejarnos llevar por la fantasía e imaginación de remotas tierras, descubrir los más profundos sentimientos de un poeta a su amada, intrigarnos y hermanarnos con cada personaje, acompañar al hombre a lo largo de su historia.
Si me pidieran que defina el día internacional del mundo, tan solo necesitaría una palabra: vida.
Y es que ahí están los libros, que aunque se vendan en librerías, su precio es insignificante, algo meramente externo, porque en ellos se plasma la generosidad de los autores por compartir sus ideas, creaciones y demás inquietudes. Lo dicho siempre por el que en estos momentos escribe: los sentimientos no se compran, son algo que se da, por afecto, cariño, generosidad, pero no por bienes materiales, y quien crea que sí puede cambiar su alma por lo material, vende cosas falsas.
Hoy en día todos estamos llamados a ser autores, y más con las nuevas tecnologías, que nos ofrecen la posibilidad de hacer llegar al mundo nuestros pensamientos mediante páginas de Internet o blogs.
Escribir es algo realmente satisfactorio. Leer es algo que intensifica tu vida.

jueves, 16 de abril de 2009

VIVIENDO EL SUEÑO

La ciudad duerme. Albacete descansa tras lo que habrá sido un día agotador para muchos, intenso para otros. Los sueños covergen, recorren el mismo camino.
El tiempo pasa, y poco a poco va despertando. Hoy es el día perfecto para que las ilusiones vayan tomando forma. Ya lo sabéis: hoy es el día que todos estabais esperando.
Pensando en estas palabras, recordando los grandes momentos de mi vida, me decido a luchar por mi objetivo, y me levanto.
Subo en el tren. Ese ferrocarril que me llevará a lo que tanto había esperado. El trabajo ha sido duro, pero el resultado ha sido tremendamente satisfactorio. Cientos de pensamientos llenan mi mente: proyectos ilusionantes, ideas, pero hay algo que destaca, que es la ilusión, esas miradas de felicidad, de todos aquellos que han confiado en mí. Cuando ofreces tu confianza a alguien, lo haces a ciegas, no sabes si va a responder a tus expectativas, pero este hecho es un gran acto de amor: quieres tanto a alguien que le ofreces lo mejor de ti.
Entre las tinieblas de la noche, tímidamente, va haciéndose paso el sol. Me acerco a mi sueño.
El resto, son detalles de lo que fue un día feliz. Lo más importante: las ilusiones de todos los que me acompañaron.

lunes, 23 de marzo de 2009

NO ME AVERGÜENZO

¡Compartid vuestros sentimientos, no quiero tacañerías, compartidlos con los demás! Decía un compañero de viaje en cantidad de ocasiones.
Y así es: hoy no tengo vergüenza para decir que he llorado. Las lágrimas han recorrido mi tez como si de un niño al que le quitan su juguete favorito se tratara.
Pero, querido lector, eran lágrimas de alegría. La alegría de recordar esos momentos de un 10 de marzo (ya hace más de tres años) en un estudio de Onda Cero Albacete. E irresistiblemente no puedo contener el muro de mis sentimientos al recordar esos momentos que me darían la llave de conocer a tantas personas y tantos lugares. Amistades eternas que creé en Ruta Quetzal que se resumen en mis lágrimas: estoy feliz por haber compartido tanto con todos vosotros.
Algunos, todavía, en nuestros días, continúan afirmando que los hombres no lloran. Les respondo que son precisamente los hombres buenos los que reconocen sus fallos, se emocionan con una película o simplemente al vivir y recordar algo realmente importante en sus vidas.
Me pareció un sentimiento natural vivir de nuevo esta alegría, y por eso quería compartirla con mis queridos lectores.
Haciendo honor al título de este blog, Diario de un físico por el mundo, contar que este fue el inicio de años de fantasía, ilusión y, sobre todo, magia. Gracias a todos, absolutamente todos, los que me habéis acompañado en el camino de la vida durante estos años hoy soy un hombre dedicado a soñar.
Soñador de profesión, rutero de corazón, amigo para siempre.

martes, 17 de marzo de 2009

EL AMOR

Muchas veces la razón nos engaña, nos hace querer a alguien al que el corazón realmente no ama. La razón nos hace confundir cariño con amor; ese regalo que tiene la especie humana, la razón, que nos ha servido para tantas cosas, nos traiciona y nos vende sentimientos no verdaderos.
Para no caer en esta trampa en otra ocasión, deberíamos reflexionar sobre lo que de verdad significa la palabra amor en nuestras vidas.
Y, para mí, el amor no está cuando hablas mucho con una persona, cuando te parece ideal para ti, cuando ves que contigo habla más que con otros... Eso es afinidad, pero no amor. En el amor sobran las palabras, una simple mirada lo expresa todo; sabes lo que siente tu alma gemela tan solo con mirarle a los ojos. En esos momentos el lenguaje corporal toma pleno protagonismo, dejando fuera al lenguaje sonoro. Y muestra de ello son las miles de discusiones que se han resuelto con una mirada de cariño. Dicen los evolucionistas y confirman los vividores que se puede mentir con la palabra, pero no con el lenguaje corporal. Un gesto lo dice todo.
El amor es ser capaz de darlo todo. Es también sentir lo que siente el compañero, tener las mismas preocupaciones, porque sus problemas son los problemas propios.
El amor es compartir, y en el verdadero no hay secretos, porque la mirada lo dice todo: se comparten sentimientos. Saber leer ese código nadie te lo enseña, porque es muy distinto según la persona, pero las mágicas combinaciones del azar hacen que un día te encuentres con alguien que habla tu mismo lenguaje: os entendéis, vuestros corazones por fin se han unido.
A veces, la palabra sobra, porque de verdad se entienden los corazones.

viernes, 6 de febrero de 2009

RECTIFICAR

Una de las palabras que nunca deberían faltar en nuestro vocabulario.
Un verbo que nada más por existir en los labios de alguien ya significa grandes sentimientos: cariño para los afectados por el reconocimiento de los fallos y satisfacción por quitarse un peso de encima.
Y el valos que conlleva esta dulce palabra es mucho más que el de cualquier hazaña en gran cantidad de casos: afrontar los fallos, reconocerlos, e intentar arreglarlos.
Lo que ocurre es que en algunas ocasiones la vida no nos ofrece oportunidades para volver atrás y rehacer lo deshecho. Entonces nos llenan sentimientos de frustración, arrepentimiento, y pensamos cosas como "qué tonto he sido". Si de verdad son buenas nuestras intenciones, salidas del corazón, esa falta no volverá a ocurrir.
Y también son pocas esas oportunidades. Ahí viene la perspicacia: estar siempre atentos para remendar nuestros errores. Porque no somos perfectos, pero tenemos una conciencia que siempre nos ayuda a crecer, tanto a las amistades, como personas, en las relaciones sentimentales...
Más que lo hecho, que muchas veces es un simple movimiento de inercia por el momento, la agitación, lo que de verdad importa es mantenerlo o retirarlo. El daño hecho a una persona es más grande no por la magnitud propia de él, sino por el tiempo que ha durado ese enfado. (En este caso, mis amigos los físicos estarán en total desacuerdo, porque el momento se puede definir como fuerza por tiempo, es decir, ambos aportan proporciones iguales).
Animo a todo el que lea estas líneas a abrir las llaves de su conciencia y de su corazón, a sacar lo que de verdad siente, compartirlo con los demás, a tomar esa fuerza de valentía que le haga intentar recuperar lo perdido por los errores, en gran cantidad de ocasiones insignificantes, pero siempre con su importancia. Cuando de verdad hay sentimientos de por medio, el más mínimo error nos da a entender otras cosas.
No siempre tenemos la oportunidad de volver atrás en el tiempo, pero debemos buscarla e intentar recuperar a quien hemos perdido si en realidad le queremos.
Estimado lector, hoy es el día que estabas esperando, porque ha llegado la hora de RECTIFICAR. No lo dejes para mañana, porque quizás la oportunidad que hoy tienes mañana no llegue.
Lectores, os quiere, sin conoceros,
Jorge

viernes, 30 de enero de 2009

RETOS

La vida que nos ha tocado vivir está llena de retos, de desafíos, de constantes pruebas que nos van guiando en nuestra existencia, nos hacen conocernos a nosotros mismos y, sobre todo, van completando nuestro desarrollo personal.
Reniego de aquella persona que afirma que ya lo ha hecho todo, que nada le queda pendiente, que ya ha alcanzado su máxima cumbre.
Pero, ¿qué sería de los retos sin el esfuerzo que conllevan? Subir una montaña, nadar en el mar, superar situaciones sentimentales difíciles, exámenes...
Todas las actividades arriba mencionadas, cuando se culminan, si de verdad han supuesto un verdadero esfuerzo para nosotros, y si realmente les damos su auténtico valor, nos ofrecen algo muy valioso: la satisfacción.
Y quizá, recientemente, con una situación económica mundial que nos tiene, permítase la expresión, "con el agua al cuello", hace que nos olvidemos de lo que nos ha costado conseguir toda nuestra vida, dando valor a lo simplemente material. Y cuando hablo de conseguir nuestra vida, me refiero a proponernos a nosotros mismos desafíos, superarlos, aprender de las experiencias, con el crecimiento personal que ello conlleva.
Nos olvidamos de todo lo bueno que hemos conseguido, llámese aprendizaje, momentos, sentimientos, hallazgos, y pensamos únicamente en lo material. Entonces surgen las terribles preocupaciones, siempre con fundamento, económicas. Y ante esos problemas, la única solución realmente útil es el recuerdo: rememorar todo lo que hemos luchado en la vida, las propuestas que hemos conseguido, pensar que de verdad nuestra existencia merece la pena. Sólo ese positivismo nos hará encontrar ideas para salir de la crisis.
Tan importante como superar los retos es valorarlos, y siempre darnos un tiempo de reflexión en el que pensemos qué hemos hecho, qué hemos conseguido, qué debemos mejorar y qué hemos aprendido. Entonces nos daremos cuenta de que ha merecido la pena.
Mi ejemplo se ha basado en la crisis financiera mundial, pero puede valer para cada situación desfavorable que encontremos en nuestra existencia.
Siempre, también, salir de una crisis personal será un nuevo reto, a veces el más difícil, pero que también merecerá la pena.
Hace dos años sufrí una crisis personal, lo confieso, me adentré en una espiral de negatividad de la que me costó salir. Sin embargo, con grandes dosis de trabajo para superar los inconvenientes, logré superar los problemas que fomentaron esa crisis y solucionarlos totalmente. Las consecuencias de esa situación: me hice un poco más fuerte ante la adversidad y, sobre todo, aprendí que NADA es imposible. La experiencia siguiente a esa crisis fue una de las mejores de mi vida, nunca olvidaré lo que me costó llegar a ella, pero tampoco olvidaré lo que de verdad disfruté, cuando llegué a la parte más suave de esa montaña, la parte más bella, más dulce, más agradable, consecuencia de todo el esfuerzo puesto en las cuestas anteriores. De esos meses aprendí a mandar lejos todo lo negativo que se me acerque, e incluso a sacar la parte más positiva de lo peor.

viernes, 23 de enero de 2009

RECUERDOS

¿Cómo parar el tiempo? ¿Cómo hacer que un segundo sea eterno?
Ese es mi propósito, para no encontrar tan lejanas temporalmente a las personas que añoro.
El recuerdo de buenos momentos con esas personas dibuja una sonrisa en mi cara pero, en cuanto pasan unos segundos, me doy cuenta de que ese recuerdo se va difuminando día a día, hecho que me entristece.
¿Y por qué me asaltan los recuerdos en este momento? A veces, cuando el estrés, la monotonía de la vida diaria, en la que no deberíamos caer, y algún que otro problemilla (en verdad son más que problemas simples preocupaciones, porque hay gente que lo pasa peor), en esos periodos, nos olvidamos de recordar a los que nos han acompañado en nuestro camino, haciéndolo más agradable, ofreciéndonos lo mejor de ellos y, cómo no, siendo nuestros amigos.
Amigos, qué palabra tan bonita, que engloba a todo ser que ha significado algo en nuestra vida, llámese compañero, familia...
El caso es que en esos periodos citados antes hay, por lo menos, un momento del día en el que recuperamos la libertad, nos volvemos a sentir con ganas de volar, imaginar, disfrutar... Y ese momento viene dado por nuestros sueños.
Así me pasó, que el otro día soñé con alguien a quien echo mucho en falta, aunque últimamente me había acordado muy poco de él. Soñé que habíamos visitado una ciudad cada uno por un lado, nos habíamos encontrado después de tanto tiempo y nos habíamos mostrado mutuamente lo que cada uno había descubierto por su propia cuenta. En el sueño las casualidades volvían a tomar importancia: después de tanto tiempo, nos encontrábamos otra vez, en el reino donde todo es compatible, el reino de los sueños.
Sé que este sueño no fue puro azar, y que fue un mensaje de unión entre nosotros dos. Te llevo en mi corazón y seguro que tu también me llevas en el tuyo.
Ayer, antes de tomar el metro para ir a Valencia, en la estación, recordaba entrañablemente ese sueño y, espontáneamente, una lágrima brotó de mis ojos. En ese instante sé que estábamos juntos otra vez.

viernes, 16 de enero de 2009

NADA VOLVERÁ A SER IGUAL

De repente, todo ha cambiado.
Era la última clase de Física General I, en la parte de electromagnetismo, y nuestro profesor nos ha hecho vivir la física, un momento que jamás olvidaremos.
Así, nos ha introducido por primera vez en nuestra vida las ecuaciones de Maxwell y, para nunca olvidar este hecho, nos ha regalado una flor, una flor que siempre estará en los recuerdos de nuestra formación como futuros físicos, un símbolo, pero a la vez un sentimiento.
Finalmente, para plasmar estos felices momentos de física, una foto de toda la clase con las famosas ecuaciones de fondo.
Como dice Walter Lewin, del que hemos visto cientos de vídeos ilustrándonos el electromagnetismo, hemos perdido la virginidad electromagnética y, como no podía ser, de una forma inmejorable.
Un día inolvidable.