lunes, 23 de marzo de 2009

NO ME AVERGÜENZO

¡Compartid vuestros sentimientos, no quiero tacañerías, compartidlos con los demás! Decía un compañero de viaje en cantidad de ocasiones.
Y así es: hoy no tengo vergüenza para decir que he llorado. Las lágrimas han recorrido mi tez como si de un niño al que le quitan su juguete favorito se tratara.
Pero, querido lector, eran lágrimas de alegría. La alegría de recordar esos momentos de un 10 de marzo (ya hace más de tres años) en un estudio de Onda Cero Albacete. E irresistiblemente no puedo contener el muro de mis sentimientos al recordar esos momentos que me darían la llave de conocer a tantas personas y tantos lugares. Amistades eternas que creé en Ruta Quetzal que se resumen en mis lágrimas: estoy feliz por haber compartido tanto con todos vosotros.
Algunos, todavía, en nuestros días, continúan afirmando que los hombres no lloran. Les respondo que son precisamente los hombres buenos los que reconocen sus fallos, se emocionan con una película o simplemente al vivir y recordar algo realmente importante en sus vidas.
Me pareció un sentimiento natural vivir de nuevo esta alegría, y por eso quería compartirla con mis queridos lectores.
Haciendo honor al título de este blog, Diario de un físico por el mundo, contar que este fue el inicio de años de fantasía, ilusión y, sobre todo, magia. Gracias a todos, absolutamente todos, los que me habéis acompañado en el camino de la vida durante estos años hoy soy un hombre dedicado a soñar.
Soñador de profesión, rutero de corazón, amigo para siempre.

2 comentarios:

  1. No es aquí como en Europa
    En las tierras de Castilla
    No hay ciclista que vaya
    Por el centro de la villa.

    ¿Acaso es que no hay cultura
    de tan grande maravilla,
    cuando estamos en la tierra
    del gran Óscar Sevilla?

    ResponderEliminar