La ciudad duerme. Albacete descansa tras lo que habrá sido un día agotador para muchos, intenso para otros. Los sueños covergen, recorren el mismo camino.
El tiempo pasa, y poco a poco va despertando. Hoy es el día perfecto para que las ilusiones vayan tomando forma. Ya lo sabéis: hoy es el día que todos estabais esperando.
Pensando en estas palabras, recordando los grandes momentos de mi vida, me decido a luchar por mi objetivo, y me levanto.
Subo en el tren. Ese ferrocarril que me llevará a lo que tanto había esperado. El trabajo ha sido duro, pero el resultado ha sido tremendamente satisfactorio. Cientos de pensamientos llenan mi mente: proyectos ilusionantes, ideas, pero hay algo que destaca, que es la ilusión, esas miradas de felicidad, de todos aquellos que han confiado en mí. Cuando ofreces tu confianza a alguien, lo haces a ciegas, no sabes si va a responder a tus expectativas, pero este hecho es un gran acto de amor: quieres tanto a alguien que le ofreces lo mejor de ti.
Entre las tinieblas de la noche, tímidamente, va haciéndose paso el sol. Me acerco a mi sueño.
El resto, son detalles de lo que fue un día feliz. Lo más importante: las ilusiones de todos los que me acompañaron.
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