sábado, 21 de enero de 2012

Mi regalo

Se acercaban las fechas navideñas y, de nuevo, pensé en cómo hacer un regalo de verdad, mucho más allá del materialismo, algo que importara a las personas que lo iban a recibir y que, además, les fuera útil en momentos de bajón anímico o pérdida del rumbo. Por eso decidí elaborar una carta con aquellos consejos que son fundamentales en ese camino que es mi vida y que hacen que, día tras día, cada mañana despierte con la sensación de que me espera una feliz jornada.
Mi objetivo era hacérsela llegar a los más cercanos, aquellos que significan mucho para mí. Sé que no pudo estar en manos de todos, lo que me hubiera gustado, pero por lo menos una mayoría la tuvo en sus manos.
Hoy, creo que esa carta puede ser de utilidad para mucha gente, así que, queridos lectores, aquí os la dejo:

"Querido amigo:
Si en estos momentos tienes esta carta en tus manos, es porque eres una persona muy especial para mí. Me encantaría que la leas, que pienses en su contenido, que disfrutes con ella, y que la guardes… puedes llevarla en un bolsillo junto a ti, o bien dejarla reposar en un cajón, pero quiero que sepas que estas palabras siempre estarán ahí para ayudarte cuando lo necesites. Así, te dejo una serie de consejos que espero te ayuden en el camino de la felicidad:
Camina. Nunca te detengas ni te des por vencido. Queda mucho por recorrer y descubrir. Quien dice que no necesita saber más está muerto en vida, no tiene ningún motivo para continuar caminando. Pero, en cualquier momento, una nueva inquietud puede resucitarle.
Sueña despierto y lucha por tus sueños. La gran satisfacción no será conseguirlos, sino saber que hemos sido capaces de ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Por eso a una persona feliz no le importa ni el éxito ni el fracaso, sino ser consciente de que se encuentra en el lugar en que quiere estar. Nuestra mente es el más importante rasgo de libertad, y los sueños su arma pacífica más importante, algo que no se puede robar y por ello nunca nos lo quitarán.
Escucha. Es la única forma de aprender, pero también de acercarse a una persona. Si le escuchas y le comprendes, habréis compartido gran parte de ese camino que os une.
Escucha a la naturaleza. Te habla y normalmente la ignoras. Y todos los días, como cuando amanece y se pone el sol. Hermánate con ella, siéntete parte de su armonía, admira su energía y súmate a ella.
Ten los ojos bien abiertos. Existen cientos de pequeños milagros que suceden todos los días alrededor tuyo. Descubrirlos será un placer, e incluso te pueden ayudar a salir del pozo en los peores momentos.
No te olvides de que existe mucho mundo más allá de los muros de tu casa. Hay millones de personas que en estos momentos estarán en peores situaciones que tú. Ayúdales construyendo un mundo mejor.
Dale la mano a todo el que te la tienda. Caminar juntos es mucho más fácil y en ese recorrido se crecerá mucho más. Acuérdate de tender tu mano de vez en cuando.
Lee, pues en los libros encontrarás miles de vidas paralelas a la tuya. Podrás viajar por todo el globo e incluso vivir aventuras inverosímiles. Sentirás que los personajes, poco a poco, van formando parte de ti. Pero, sobre todo, empezarás a imaginar. Y, algún día, esa imaginación te hará variar el rumbo para romper la monotonía.
Canta. Da igual cuán bonica o fea sea tu voz. Siente la melodía recorrer tus venas. Siéntete libre para inundarte de alegría con la música. Déjate llevar por el ritmo y contágiate por él cuando alguien junto a ti lo haga.
No pierdas el tiempo. Hay mucho camino por recorrer. Eso sí, asombrarse ante un amanecer nunca es perder el tiempo. Hay momentos que merecen ser vividos al máximo, de los que nunca nos arrepentiremos.
Con todo ello, mucha felicidad para esta Navidad, el año 2012 y toda tu vida.
Un abrazo enorme,
Jorge"



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