sábado, 4 de febrero de 2012

3 ESCAPADAS NAVIDEÑAS

Tras un primer trimestre en Londres, conociendo a fondo la cultura británica, ya hacía falta regresar a la tierra que me vio nacer, sentir sus aromas, deleitarme ante sus paisajes y su querida gastronomía. Así llegaron las vacaciones navideñas y un retorno que me llevaría hasta Alicante, lugar en el que disfrutamos de un muy buen día caminando por varias playas. Os dejo el resultado de una de las búsquedas que más me gustan.

PRIMERA ESCAPADA
Poco tiempo permanecería en Albacete, porque muy pronto me desplacé hacia uno de esos lugares que también estaba en mi lista de los que echaba de menos: el Colegio Mayor San Juan de Ribera. Allí, celebramos la tradicional cena de Navidad, incluyendo el teatro con el que los nuevos colegiales suelen arrancar más de una sonrisa a todos los asistentes. Esa fue una de mis tres grandes visitas, incluyendo en ella Burjassot y Valencia. De la segunda, deciros que tenía pendiente desde mi llegada un compromiso conmigo mismo: dedicar una mañana a la fotografía por su centro histórico, ese centro que me fascinó la primera vez que lo conocí (por cierto, fue por casualidad, en ese empeño por dejarme llevar por la intuición al visitar nuevos lugares), destacando las Torres de Serranos, la Catedral, la Plaza de la Virgen, el Ayuntamiento... no me dio tiempo a incluir en esa sesión las Torres de Quart, pero os recomiendo su visita. Aquí os dejo el resultado de una mañana que, para estar a finales de diciembre, más bien parecía primaveral.

SEGUNDA ESCAPADA
Varios motivos me volvían a motivar para visitar la capital, Madrid, pero el de mayor importancia era ese concierto que organiza todos los años en Navidad Ruta Quetzal BBVA. En esta ocasión, nos sorprendieron con ritmos colombianos, muy relacionados con el próximo destino de la expedición, el país de Gabriel García Márquez.
Otro, el segundo en importancia, era la exposición "NASA: la aventura del espacio", una muestra de visita obligatoria para los amantes de todo aquello relacionado con la exploración espacial. Muy bien estructurada, nos recibe con una serie de ejemplos en los que la literatura fue la inspiradora de los científicos en ese sueño por viajar al espacio. Sputnik, llegada a la luna... la muestra nos ofrece una muy buena cronología de la carrera espacial. También se puede contemplar la comida de los astronautas, así como sus trajes y la evolución temporal que han experimentado. Sin olvidarnos de todo tipo de piezas de las naves (fue muy curioso para mí descubrir el primer retrete que fue al espacio) o incluso el combustible sólido que se emplea en el despegue. Sin duda, una exposición muy didáctica que mereció la pena.
Y luego, tras la visita a la muestra, lo de siempre: perderse un poco. Visitamos el mercado navideño de la plaza Mayor, el museo Reina Sofía (me encantó disfrutar de nuevo con las obras de un paisano mío, Benjamín Palencia, junto a las de otros pintores destacados como Picasso, Dalí o Miró), la Biblioteca Nacional (con dos exposiciones muy interesantes sobre su tercer centenario y sobre José Rizal y la vida en Filipinas)...

INTERMEDIO
Entre la segunda y la tercera escapada, llegó un intermedio muy esperado. Hacía un año de mi última carrera de atletismo. Esta vez sí: había entrenado y el gemelo ya no me daba la lata tanto como antes. Iba a participar en la San Silvestre de Albacete (6 kilómetros aproximadamente), el primer reto desde la vuelta a los entrenamientos. Por supuesto, esta vez sería un paseíllo aguantar hasta el final (el año anterior, sin haber entrenado, costó bastante), puesto que los tiempos de mis entrenamientos eran más largos que la previsión que tenía para esta carrera. Sin embargo, empleando 30 minutos, yo mismo me vi sorprendido, porque esperaba hacerla en algo más de 33. ¡Misión cumplida! Ahora, a seguir, que el atletismo es una muy sana actividad que te recompensa con grandes momentos.
TERCERA ESCAPADA
Ahora sí, llego a la última visita de esta entrada, primera de 2012, en la que, tras pasar una mañana muy agradable junto a Antonio Manzanares (y aprender muchísimo), nos dirigimos hacia el pitón volcánico de Cancárix, al sur de Hellín (Albacete). Este paraje fue un volcán activo en el plioceno (hace varios miles de millones de años) y, hoy en día, debido a la erosión, se puede contemplar la estructura de su chimenea, algo que recomiendo a todos los amantes de la geología. Además, como es obvio, en sus alrededores se pueden encontrar varias rocas volcánicas.