Ya en el aeropuerto tuve un agradable encuentro con Álvaro y Marta, a los que ya conocía, junto al resto de periodistas que nos acompañarían. Y, cómo no, la aventura comenzaba con una odisea: el mal tiempo en toda Europa imposibilitaba la llegada de nuestro avión a Barajas, por lo que nuestro viaje se retrasaría hasta el día siguiente. Sin embargo, siempre preparados para hacer frente a cualquier contratiempo, los periodistas del segundo turno nos lo to
Nos costó llegar, pero al final alcanzamos nuestro objetivo avanzada la tarde de ese día tan largo (26 horas, ya que ganamos cuatro con el cambio horario): en un pabellón estaban todos, ilusionados por estar viviendo una de las experiencias más trascendentales de su vida. El reencuentro con muchos era ilusionante: los tiempos que nos separaban eran varios (desde la presentación del libro hasta el final de la ruta 2006, pasando por la ruta 2009 en España): Luna, David Rosa, Jorge, Bego, Almudena, Rosa, Nuria, Camilo, Patricio, Alonso... fue increíble compartir estos días con vosotros.
Esta etapa solo acababa de empezar. La ruta en estado puro volvía a mi vida.